Cocinas con encanto

Bueno, bueno... hoy para cambiar el habitual DIY (más que nada porque no doy a basto) y como me encanta cocinar os traigo algunas cocinas con encanto. Mi tipo de cocina perfecta en estos momentos es una cocina contemporánea. Sin ser demasiado rústica aunque tal vez con algún elemento. Armarios y encimeras blancos con el sobre en madera natural, una bonita isla para cocinar, fregaderos de piedra o porcelana blanca, etc. aunque con algunos toque más industriales como por ejemplo unos buenos fogones de inox y alguna lampara industrial en el techo, pero sin pasarse. Antes las prefería modernas pero he llegado a la conclusión que lo moderno se vuelve rápidamente viejo en estos tiempos tan acelerados que nos han tocado vivir, y como la cocina no es una cosa que renovemos cada diez años prefiero escoger un estilo más contemporáneo y cálido que perdure durante décadas.

Neveras antiguas o como si lo fueran

Reconozco que soy un forofo de las neveras antiguas. Son uno de los artículos imprescindibles en cualquier cocina de estilo retro sin duda, pero desde luego no son fáciles de conseguir, y eso sin contar la energía que consumen...olvidaros de consumo A+ desde luego. Pero es que son tan bonitas:

Pero bueno ya se sabe, a falta de pan, buenas son tortas. No tendrán la historia de las neveras de los años 50, pero desde luego, sí tienen su espíritu.  Hablo de las conocidísimas neveras Smeg. Una delicia de neveras con un consumo bastante más eficiente que las antiguas y sin renunciar a esos colores tan extravagantes que desviarán todas las miradas.

Y para quien quiera algo más moderno y estridente, también tienen para ellos:

Yo tengo una verde pistacho de una sola puerta. Desde luego el congelador es un chiste comparado con una nevera normal, pero por lo demás... estoy encantado, no me canso de ella y ya lleva conmigo un par de años, la compré nueva por casi la mitad de su precio porque un chico la había pedido a Italia pero al parecer no se dio cuenta y tenia la abertura de puerta en el lado contrario al que quería y le tocaba con la pared. Gracias a su pequeña tragedia yo me hice con este genial frigorífico y desde luego, no me voy a deshacer de él.







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